domingo, 25 de agosto de 2013

De la falta de musos

Se me queja algún lector y alguna lectora de mi blog de la ausencia de modelos masculinos. Voy a intentar justificarme.  O a empeorar la situación que nunca se sabe.

Cierto que tengo un apartado denominado Musas en mi web. Y otro denominado Ninfas.  Cierto que no tengo ninguno de Musos (ni de Sátiros, aclaro)


En primer lugar, quiero hacer ver qué tampoco tengo modelos negras. Así que la crítica para el sexo valdría también para el color de piel.  Si lo primero puede ser sexista lo segundo racista.   Pero, lo confieso, me encantaría tener modelos negras.  He fracasado en ello pero lo he intentado.  Lo que ocurre es que las circunstancias te pueden mucho.   

Mirando por encima en mi archivo acabo de contar treinta y seis reportajes de retratos para artistas de la danza.   Dos hombres y treinta y cuatro mujeres.  Claro que si  miro las fotos de las graduaciones de este año en el conservatorio de danza de Granada... ¡todo son mujeres! y el año pasado hubo solo un varón.

Tengo un amigo que fotografía insectos. Pero concretamente himenópteros. No quiero  considerarlo políticamente incorrecto por no fotografiar lepidópteros, que además parecen más fotogénicos a priori, por lo menos en ciertas fases de su vida.  Se entiende que no fotografíe dípteros, pero .. ¿y coleópteros?  Pues no, solo himenópteros.

En fin, en primera instancia pido comprensión debido a que las circunstancias mandan y a veces no puedes planificarlo todo.

Reconozco que hay fotógrafos más correctos en este asunto. Mi amigo Ángel Guzman parece que casi reparte entre hombres y mujeres sus fotos. Puedes verlo en : http://www.angelguzman.es/  . También los hay menos correcto aún que yo.  Tenemos a Helmut Newton (mujeres y mujeres) o Robert Mapplethorpe (hombres, hombres, aunque uno de sus mejores reportajes tuvo de protagonista a una mujer... una musculosa mujer).

Cuando me dijeron lo de la ausencia de hombres en mis fotos creo que tuve algo de vergüenza y pensé en ponerme manos a la obra para remediarlo.  Pero me arrepentí. Pensé en las películas de romanos, del oeste, de las guerras, dónde todo eran hombres y las mujeres llegaban de adorno o consumo.  Así, con esta presencia femenina podía compensar otras ausencias.

Por cierto.   ¿He elegido bien la foto para el artículo?

Bueno, y por último, es posible que lo anterior sean excusas y que la verdadera razón sea otra.  Empiezo a pensar que soy lesbiano. Sí, eso, que tengo cierto gusto por las mujeres.  Gusto femenino, además.

domingo, 4 de agosto de 2013

Autorizaciones para fotografiar eventos

Cuando hago un reportaje digo que la mitad del trabajo es obtener la autorización para hacer fotografías.   

La mayoría de mis trabajos son de eventos escénicos así que es algo a lo que le doy mucha importancia.  

El que no te dejen hacer fotos alegremente es algo bastante razonable. Sobre todo cuando voy y me encuentro a alguien delante que me tapa, se levanta, se mueve, hace ruido, y dispara un flash.  Me quedo pensando que quien le habrá dado permiso para fotos, aunque normalmente imagino que ni lo ha pedido.  

Al problema de la autorización se suma luego el de la publicación.

El problema es aún mayor cuando son actuaciones de menores. Entiendo la precaución con la que se debe emitir los permisos por parte de los responsables, aunque a veces se sustituye precaución por pánico al fenómeno internet.

Voy a comentar mis opiniones al respecto y las directrices que aplico cuando hago fotografías.  No voy a hablar de legislación sino de buenas prácticas.  O de lo que yo considero buenas prácticas.  Admito discusiones.


Pedir permiso

En primer lugar, cuando se va a hacer fotos a un evento en un recinto cerrado por lo general creo conveniente pedir el correspondiente permiso.  Eso de llegar y ponerse a hacer fotos no me parece correcto, aunque se tenga un interés personal (porque actúa un conocido o familiar).  En algunos sitios se da por entendido la toma de imágenes, sobre todo cuando son eventos de talleres donde el público es la familia de los actores.  Pero por lo general creo que hay que preguntar para evitar hacer algo indebido

Ciertamente está el problema de localizar a los responsables que deben dar la autorización.  Me ocurrió una vez en el Teatro del Zaidín, que tras localizar al director de la obra, que me lo dio y hablar además con el personal del teatro con el que mantengo cierta amistad, di por resuelto el tema.  Al poco de comenzar la actuación una persona se me acercó para criticarme la toma de fotos, porque el evento era patrocinado por ellos.  Parece ser que el mismo director desconocía este detalle y finalmente no hubo problemas.  Desde entonces procuro identificar responsables artísticos y de otro tipo.

También es conveniente que los responsables de la actuación tengan los permisos de los que actúan.  Los centros oficiales y la mayoría de los no oficiales hacen firmar una autorización para toma de imágenes al realizar la matrícula.  En el caso de las compañías profesionales los actores autorizan el uso de su imagen por el contrato.  Pero quedan algunos grupos aficionados o centros algo despistados que no cumplen las normas. En estos casos mi consejo es que lo hagan.

En cuanto a la forma de pedir el permiso yo lo suelo hacer por email o verbalmente, pero siempre registro la respuesta. Esto es, identifico la persona y fecha que lo dio.  Los emails siempre los archivo. Creo que los formalismos de un documento escrito son algo exagerado en la mayoría de las ocasiones. En algunas sí puede ser lo adecuado.

Y, aunque luego lo añadiré, siempre dejo la opción de que alguien se arrepienta.  O sea, si me dejan hacer fotos y publicarlas en mi web, pero luego toman otra decisión, quito las fotos. Así lo suelo indicar.  Hasta ahora solo se me ha dado el caso de fotos sueltas que me han pedido retirar o sustituir por otras por cuestiones de gusto.  Siempre he seguido las indicaciones.


No molestar en los eventos

No siempre lo consigo, pero procuro pasar inadvertido al tomar fotos. Por lo menos hay que intentar no molestar mucho, buscar un sitio adecuado, no tapar a nadie y no moverse demasiado.  

También hay que procurar no hacer ruido con la cámara, cosa bastante difícil. Que me perdone al que haya molestado por no haberlo conseguido.

Esta norma de no molestar es la mejor para conseguir nuevos permisos en el futuro.


Respetar quien no quiere se fotografiado

Es normal que cuando alguien actúe quiera fotografías de su trabajo y que las agradezca, pero hay excepciones y personas que no lo desean.  

Tengo una amiga que estudia piano y le gusta tocarlo sin que nadie la escuche.  Un caso raro, ciertamente, porque la mayoría de la gente quiere lo contrario, pero es su decisión.  

No hay que dar por supuesto que la gente piensa como nosotros y hay que respetar todas las opiniones.


Control

Las fotos las publico en mis webs y otras publicaciones, estoy registrado en la Agencia de Protección de Datos y siempre sujeto a cualquier petición al respecto. Si alguien quiere quitar una basta con indicarlo de forma adecuada (con una identificación más o menos creíble) para retirar la fotografía.

O sea, hay que tener controladas  las fotografías y en la medida de lo posible su difusión.


Los menores 

Especial protección tiene la imagen de los menores.   Este tema requeriría casi un ensayo.  Me temo que con el pánico algunos piensan que lo mejor es que el niño o la niña.. no tenga fotos hasta los 18 años salvo la comunión.  Por supuesto y dado las posibilidades de móviles y el bajo costo de las cámaras digitales, el niño tendrá cada mes más fotos que tuvieron sus padres en veinte años.

Como digo es un tema para tratar aparte de forma detenida, pero dejémoslo en el siguiente consejo.

En las actuaciones de menores conviene verificar que existe permiso de los padres.   Si no existe hay que evitar publicarlas.


Internet, con sus ventajas e inconvenientes

Leí en el diario Ideal de Granada una carta de un padre indignado porque no había podido ir a ver a su hija a la actuación de navidad y le prohibieron a los asistentes tomar fotografías.  No fuera que alguna de las fotos .. ¡se subiera a internet!.  Y es que hablando con alguna gente he llegado a la conclusión de que piensan que si sales en internet... eres puta o algo así.  Vamos lo mismo que se pensaba hace tiempo de las mujeres que estudiaban o vivían solteras. 

Hay  muchos problemas con Internet pero dejarse llevar por el miedo y la falta de conocimiento no solo no soluciona los problemas sino que los agranda.

Me han pedido en algunas ocasiones que de las fotos de una actuación pero que ... ¡bajo ningún concepto las suba a Internet!.  Ni que decir tiene que a los dos días de entregar las fotos ya los fotografiados las han subido a internet por duplicado, triplicado o más.

Nos guste o no, Internet es una realidad, hay que conocerla y actuar con prudencia.  Desde luego que hay problemas y tenemos que intentar evitarlos pero no podemos imponer lo que no se puede conseguir.  

Mi propuesta es defender las buenas prácticas que expongo, intentar expandir el comportamiento responsable y denunciar los casos en los que exista un problema real.   


El resto de fotógrafos aficionados

Me ha ocurrido en algunas ocasiones que pido permiso, no me lo dan, me dicen que está prohibido y no puedo hacer fotos.  Así que voy de espectador y puedo ver como media docena o más de de fotógrafos aficionados haciéndolas.

Bueno, no le doy mayor importancia y nunca he denunciado el hecho.  Creo que lo mejor es conseguir extender los buenos hábitos que aquí predico.


Resumen

Mi propuesta es que se debe pedir permiso, seguir los deseos e indicaciones de los fotografiados y dejar claro las buenas intenciones.